Canarias, epicentro del poder aéreo con el Ocean Sky 2025

Despliegue
Fuente ECAO Las Palmas - Ejército del Aire y del Espacio

A primera hora de la mañana, el sol apenas se levanta sobre la Base Aérea de Gando (Gran Canaria) cuando el rugido de los motores rompe el silencio. Los cazas, alineados frente al Atlántico, aguardan la orden de despegue. Desde el aire, el océano parece un tablero inmenso: allí se libra, durante dos semanas, el ejercicio Ocean Sky 2025, el mayor ejercicio aéreo organizado por España y uno de los más relevantes de Europa.

Del 15 al 31 de octubre, el Ejército del Aire y del Espacio convierte el cielo canario en su campo de maniobras más ambicioso acompañado de aliados y amigos. Más de cincuenta aeronaves de España, Alemania, Grecia, Portugal, India y Estados Unidos cruzan cada día sobre el Atlántico en combates simulados, reabastecimientos en vuelo y misiones coordinadas. El objetivo no es competir, sino aprender a operar juntos, afinar la sincronización y mejorar la interoperabilidad entre fuerzas aliadas, así como compartir técnicas, consejos y forma de trabajo. En un mundo donde la velocidad de reacción puede decidir el resultado de un conflicto, el entrenamiento conjunto es tan valioso como cualquier arsenal.

Canarias ofrece algo que pocos lugares pueden: espacio aéreo, seguridad y un clima casi perfecto durante todo el año. Los amplios corredores aéreos permiten planificar maniobras complejas con un nivel de realismo difícilmente replicable sobre el continente. Además, su posición geográfica convierte al archipiélago en un puente natural entre Europa, África y América, un punto estratégico desde el que se ensaya cómo responder ante crisis internacionales o amenazas emergentes. Desde Gando, el Mando Aéreo de Combate coordina la operación con apoyo de la Base Aérea de Lanzarote. Las alas 11, 12, 14, 15, 31 y 46 españolas despliegan sus Eurofighter Typhoon y F-18M, acompañadas por los F-16 griegos y portugueses, los F-15E Strike Eagle estadounidenses y los Su-30MKI indios. Es una flota tan diversa como simbólica: aviones de distintas generaciones y procedencias volando en formación, sincronizados bajo un mismo propósito.

Los primeros días sirven para que las tripulaciones se aclimaten al espacio aéreo y practiquen entradas y salidas de los corredores. Son los vuelos de familiarización, una especie de ensayo general antes del verdadero espectáculo. Luego, la «guerra simulada» comienza. Se alternan misiones de defensa y ataque, interceptaciones, escoltas y supresión de defensas enemigas. En cada jornada, docenas de aeronaves interactúan en tiempo real bajo las reglas del combate moderno. Cada maniobra se graba, se analiza y se comenta en sesiones conjuntas, donde se aprende tanto de los aciertos como de los errores.

Centro de control
Fuente ECAO Las Palmas – Ejército del Aire y del Espacio

Ocean Sky hace las veces de academia improvisada. Pilotos jóvenes vuelan junto a veteranos con miles de horas de experiencia. Los controladores prueban nuevos sistemas de enlace, y los mandos ensayan decisiones que, en un conflicto real, podrían definir la diferencia entre el éxito y el desastre.

Bajo las alas de los cazas hay un engranaje gigantesco. Decenas de unidades en tierra garantizan que cada misión despegue y aterrice con diligencia: mantenimiento, comunicaciones, inteligencia, logística, seguridad, reabastecimiento. En los hangares, los técnicos revisan hasta el último tornillo; en las salas de control, los radares siguen cada punto luminoso; y en las carpas de planificación, los equipos trazan sobre los planos las misiones del día siguiente. Nada se deja al azar. Todo está calculado al milímetro.

Para España, el Ocean Sky es algo más que un ejercicio: es una carta de presentación. Supone demostrar que el país tiene la capacidad de planificar y dirigir operaciones de gran complejidad, integrando a aliados y amigos con distintos sistemas, lenguajes y doctrinas. En un contexto internacional marcado por la incertidumbre, la coordinación y la preparación son tan necesarias como la fuerza. Y en eso, Canarias ofrece un escenario ideal: un cielo despejado donde se entrena no solo el vuelo, sino la confianza.

Al caer la tarde, los últimos cazas regresan entre luces anaranjadas. Desde la costa, si estos días levantas la vista y observas las siluetas que se recortan contra el horizonte, ahora sabes a qué pertenecen y el trabajo tan grande y cuidado que hay detrás de cada vuelo. 

Cinco historias del cielo de Ocean Sky

Como a todos nos gustan las curiosidades, aquí van cinco aviones participantes con sus rasgos más impresionantes.

El Eurofighter Typhoon es el caza europeo por excelencia puede superar Mach 2 y mantener el llamado supercrucero, un vuelo supersónico sin usar poscombustión, algo que solo unos pocos aviones del mundo consiguen. Sus alas delta y los canards delanteros le permiten girar con agilidad extrema, y su radar puede seguir simultáneamente varios blancos y atacar más de uno a la vez. Es un equilibrio perfecto entre potencia, precisión y elegancia aérea.

El famoso F-18M se trata de la versión modernizada del F/A-18 Hornet original, lleva décadas siendo la columna vertebral del Ejército del Aire y del Espacio español. Una de sus mayores virtudes es su robustez: puede operar desde pistas cortas y soportar cargas de hasta 9 G. Además, sus sistemas de navegación fueron actualizados para integrarse con cazas de quinta generación, lo que lo mantiene vigente pese a haber nacido en los años ochenta.

El F-16 C/D Block 50 es empleado por varias fuerzas aéreas aliadas, es famoso por su relación empuje-peso: con el depósito medio de combustible, su motor General Electric F110 puede empujar más de lo que el propio avión pesa. Eso le permite trepar verticalmente justo después del despegue, una maniobra que sus pilotos llaman el «vértigo controlado».

El F-15E Strike Eagle está diseñado para volar de noche y en cualquier clima, este caza estadounidense de dos plazas combina la velocidad de un interceptor con la potencia de un bombardero táctico. Puede transportar más de 10 toneladas de armamento, más que muchos cazas y drones de ataque operando juntos, y atacar varios objetivos en una misma pasada. La coordinación entre piloto y operador de sistemas es tan precisa que se les conoce como «el dúo invencible».

El F-16 AM Fighting Falcon es la versión de Portugal y otras fuerzas europeas tras modernizar sus F-16A con la versión AM, equipada con un casco inteligente JHMCS que proyecta la información directamente sobre el visor del piloto (como estar dentro de un videojuego). Gracias a él, el piloto puede apuntar un misil simplemente mirando hacia el objetivo, reduciendo segundos vitales en combate cerrado.

Cinco aviones, cinco formas distintas de entender el poder aéreo. Sobre el Atlántico, sus rugidos se mezclan cada mañana de este Ocean Sky en un mismo idioma: el del control, la precisión y la alianza.

Caza
Fuente ECAO Las Palmas – Ejército del Aire y del Espacio

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