El Gobierno actualiza las normas laborales para mayor transparencia
El Ministerio de Trabajo ha presentado el borrador del nuevo Real Decreto sobre registro horario, una norma que busca reforzar el control de la jornada laboral y dar mayor transparencia a la compensación de las horas extra. La medida, que aún está en fase de audiencia pública, establece que las empresas deberán especificar de forma diaria no solo las horas trabajadas, sino también cómo se remuneran o compensan las horas extraordinarias.
Hasta ahora, el registro horario exigido desde 2019 solo obligaba a anotar la hora de entrada y salida de cada empleado. El nuevo texto amplía los requisitos: cada registro deberá incluir el inicio y fin de la jornada, las pausas, las horas ordinarias, extraordinarias y complementarias, así como el método de compensación de las horas extra —ya sea mediante retribución económica o descanso equivalente.
Un registro más detallado y obligatorio para todas las empresas
Según el borrador, todas las empresas deberán adaptar sus sistemas de fichaje para que sean más precisos, accesibles y verificables. Esto afectará tanto a compañías grandes como a pymes, independientemente de si sus empleados trabajan en oficina, de forma híbrida o a distancia.
El texto contempla sanciones para las empresas que incumplan las obligaciones de registro, con multas que podrán superar los 7.500 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, el documento aclara que los registros deberán conservarse durante cuatro años y estar disponibles para los trabajadores, los sindicatos y la Inspección de Trabajo.
El Ministerio justifica el cambio como una forma de “garantizar la trazabilidad y la transparencia en las relaciones laborales”, una demanda recurrente de la Inspección de Trabajo, que detecta cada año miles de horas extra no declaradas ni pagadas.
Más control sobre las horas extra y las pausas
Una de las novedades más destacadas es la obligación de detallar cómo se compensa cada hora extra. Las empresas deberán indicar si el trabajador recibe un pago adicional o si se sustituye por tiempo de descanso.
El registro deberá incluir también las pausas durante la jornada, una medida que busca mejorar la vigilancia sobre los tiempos reales de trabajo y descanso. En sectores como la hostelería, la sanidad o la logística, donde las jornadas irregulares son frecuentes, esta medida permitirá un control más riguroso de los excesos laborales.
Según fuentes del Ministerio de Trabajo, el objetivo es “garantizar el cumplimiento efectivo de la jornada máxima legal y que todas las horas extraordinarias queden registradas y pagadas conforme a la ley”.
El texto, aún en consulta pública
El Real Decreto todavía no ha sido aprobado de forma definitiva. El borrador se encuentra en consulta pública hasta finales de octubre, y posteriormente se incorporarán las alegaciones de sindicatos y organizaciones empresariales antes de su aprobación en Consejo de Ministros.
La norma podría entrar en vigor a comienzos de 2026, aunque el Ministerio no ha precisado una fecha exacta. Hasta entonces, se mantiene la normativa de 2019, que obliga a registrar el inicio y fin de la jornada, pero sin detallar las compensaciones.
Reacciones del sector laboral
Sindicatos como UGT y CCOO han aplaudido la medida, al considerarla una herramienta clave para combatir la economía sumergida y mejorar la protección de los trabajadores. En cambio, las asociaciones empresariales alertan de que el nuevo sistema supondrá más carga administrativa y costes tecnológicos, especialmente para las pymes.
El debate se centra ahora en encontrar un equilibrio entre control y flexibilidad. Mientras el Gobierno defiende que la norma “moderniza la gestión laboral”, la patronal reclama que se simplifiquen los procedimientos para evitar una burocracia excesiva.
