Cartagena ha vuelto a ser escenario de un momento histórico para la industria naval española. En los astilleros de Navantia se ha celebrado la puesta a flote del submarino S-82 ‘Narciso Monturiol’, segundo de la serie S-80, en un acto presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Durante la ceremonia, Robles destacó que el nuevo sumergible “simboliza la grandeza de una España que confía en su Armada, en su industria y en el talento de regiones como Murcia y ciudades como Cartagena”.
El programa S-80, considerado el más ambicioso de la construcción naval española, coloca a Navantia entre las pocas empresas del mundo capaces de diseñar y fabricar submarinos convencionales de forma autónoma. Este proyecto, valorado en más de 4.000 millones de euros entre 2018 y 2032, impulsa la soberanía industrial y tecnológica del país y mantiene más de 6.000 empleos directos e indirectos, con la participación de un centenar de empresas nacionales.
El S-82 toma su nombre del inventor y visionario Narciso Monturiol (Figueres, 1819–1885), pionero de la navegación submarina. La madrina del nuevo navío ha sido Isabel López, esposa del jefe del Estado Mayor de la Defensa. Tras su botadura, el submarino iniciará su fase de pruebas en puerto y posteriormente en mar abierto, con ejercicios de inmersión progresiva hasta alcanzar la cota máxima.
Con el ‘Narciso Monturiol’, España da un nuevo paso en su estrategia de modernización de la flota. El primer submarino del programa, el S-81 ‘Isaac Peral’, entregado hace dos años, ya ha recorrido más de 5.500 millas y ha participado en maniobras de la OTAN, demostrando su plena operatividad.
La serie se completará con los S-83 ‘Cosme García’ y S-84 ‘Mateo García de los Reyes’, nombres que rinden homenaje a los grandes pioneros de la historia submarina. “El S-80 es mucho más que un logro industrial: es un proyecto de país, un símbolo de nuestra capacidad para mirar al futuro desde la excelencia tecnológica”, subrayó la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.
