El Gobierno español ha confirmado la viabilidad técnica y económica de un ambicioso proyecto de infraestructura: la construcción de un túnel submarino que uniría España y Marruecos a través del Estrecho de Gibraltar. El estudio, elaborado por la Sociedad Española de Estudios del Estrecho de Gibraltar (SECEGSA) y presentado esta semana, estima una inversión de 8.500 millones de euros para el tramo español y una longitud total de 38 kilómetros, de los cuales más de 27 discurrirían bajo el mar.
El informe plantea la posibilidad de un túnel ferroviario de doble vía destinado al transporte de pasajeros y mercancías, similar al que conecta Francia y el Reino Unido bajo el Canal de la Mancha. La obra, que podría prolongarse durante más de una década, supondría un hito en la ingeniería civil y fortalecería los lazos económicos, culturales y logísticos entre Europa y África.
Tanto el Ejecutivo español como el marroquí han mostrado su interés en impulsar el proyecto dentro de una estrategia más amplia de cooperación energética y comercial. Se prevé que el túnel facilite el intercambio de bienes, potencie el turismo y consolide a la Península Ibérica como punto clave en las rutas globales de transporte.
No obstante, el estudio advierte de los desafíos geológicos del Estrecho, marcado por fuertes corrientes y una compleja estructura tectónica. El proyecto requerirá tecnologías de perforación avanzadas y un riguroso sistema de seguridad. Si llega a materializarse, el túnel España-Marruecos podría convertirse en una de las grandes obras del siglo XXI y en símbolo de una nueva era de integración intercontinental.





