Una jornada negra para la firma italiana en el mercado de Milán
El lanzamiento del primer vehículo eléctrico de Ferrari, bautizado como Elettrica, no ha logrado convencer a los inversores. La compañía italiana sufrió una caída del 13 % en la Bolsa de Milán, su peor sesión desde que empezó a cotizar en 2016. El motivo: unas previsiones financieras más prudentes y un ajuste a la baja en sus objetivos de electrificación para los próximos años.
Durante la presentación, celebrada en Maranello, Ferrari mostró por primera vez la arquitectura técnica de su modelo eléctrico —motor, batería y sistema de propulsión—, pero evitó revelar el diseño final del coche, que llegará al mercado en 2026. El anuncio, esperado como un hito para la marca, no fue suficiente para contener la desconfianza de los mercados.
Los nuevos planes de Ferrari hasta 2030
En su nueva hoja de ruta, Ferrari ha reducido el peso que tendrán los eléctricos en su catálogo futuro. Si antes preveía que el 40 % de su producción en 2030 sería completamente eléctrica, ahora la cifra se rebaja al 20 %, mientras que el 65 % corresponderá a híbridos y el resto a motores de combustión.
La compañía justificó este cambio argumentando que sus clientes siguen demandando vehículos con motor tradicional y sonido característico, algo que consideran parte esencial de la identidad Ferrari. Además, la firma destacó que los márgenes de beneficio por unidad siguen siendo más altos en los modelos híbridos y de combustión que en los eléctricos.
El consejero delegado, Benedetto Vigna, aseguró que Ferrari “no está en una carrera por electrificarse, sino por mantener la excelencia técnica y emocional que define a la marca”.
Decepción entre los inversores
El mercado reaccionó de forma inmediata. Las acciones de Ferrari llegaron a caer más del 16 % durante la sesión del jueves, cerrando finalmente con una pérdida del 13 %. Analistas de Financial Times y Bloomberg coincidieron en que la reacción refleja una mezcla de expectativas infladas y falta de detalles concretos sobre la estrategia eléctrica de la compañía.
Los inversores esperaban un mensaje más ambicioso en términos de electrificación, especialmente después del crecimiento de competidores como Porsche o Aston Martin en el segmento de lujo sostenible. La reducción de objetivos a 2030 fue interpretada como una señal de mayor cautela y menor proyección de crecimiento en los próximos ejercicios.
El reto de mantener el alma Ferrari en la era eléctrica
El modelo Elettrica supone un desafío inédito para la marca del cavallino rampante. Ferrari busca adaptar su ADN a la nueva era de la movilidad sin perder la exclusividad y la emoción que la caracterizan.
Según adelantó la compañía, el motor eléctrico ofrecerá una aceleración superior a la del SF90 Stradale híbrido, y el sistema de sonido ha sido diseñado por el propio equipo de ingeniería acústica para reproducir una experiencia “emocionalmente similar” a la de sus V12 tradicionales.
Aun así, los analistas coinciden en que el verdadero examen para Ferrari no será técnico, sino emocional y financiero: lograr que sus fieles acepten el cambio sin que la marca pierda su esencia, y que el mercado recupere la confianza en su estrategia a medio plazo.





