En septiembre de 2025, Lockheed Martin presentó públicamente Vectis, su nuevo sistema de combate aéreo colaborativo. La aeronave, desarrollada por la división avanzada Skunk Works, está concebida como un avión no tripulado de combate (CCA, por sus siglas en inglés) capaz de operar junto a cazas tripulados o de manera autónoma.
El nombre Vectis, que en latín significa “palanca” o “apoyo”, resume la función del proyecto: servir de multiplicador de fuerza dentro de las operaciones aéreas modernas. Según la compañía, el sistema ha sido diseñado con criterios de supervivencia avanzada, modularidad y operatividad en entornos hostiles, con la meta de reducir los riesgos para los pilotos humanos sin renunciar a la eficacia táctica.
Diseño y capacidades
Lockheed Martin define Vectis como un sistema CCA de Grupo 5, es decir, un dron de gran tamaño y autonomía, capaz de operar a medias y altas altitudes. La compañía ha iniciado la fase de desarrollo y prevé que el primer vuelo se realice dentro de los próximos dos años.
El avión ha sido diseñado para desempeñar múltiples funciones: ataque de precisión, vigilancia, reconocimiento, guerra electrónica y misiones tanto aire-aire como aire-tierra. Una de sus características principales es la posibilidad de actuar como “compañero de ala” de aeronaves tripuladas, entre ellas el F-35, dentro del concepto operativo conocido como Family of Systems, que busca integrar en red diferentes plataformas aéreas.
Lockheed Martin también ha destacado la capacidad de sigilo del aparato, heredera de la experiencia de la empresa en aeronaves furtivas. El diseño incluye materiales y geometrías que reducen su firma radar y térmica. Además, la estructura del sistema se basa en una arquitectura abierta y modular, lo que permitirá integrar distintos sistemas de mando y control, así como tecnologías de otros fabricantes o países aliados.
La empresa ha señalado que Vectis dispondrá de la autonomía y el alcance necesarios para operar en teatros estratégicos como el Indo-Pacífico, Europa o el Comando Central de Estados Unidos. Aunque no se han revelado datos sobre velocidad o propulsión, se ha indicado que no requiere capacidades supersónicas, priorizando la eficiencia y la persistencia operativa.
Contexto estratégico y competencia
La presentación de Vectis se enmarca en la creciente apuesta global por los aviones de combate colaborativos, plataformas que combinan inteligencia artificial, autonomía y coordinación con aeronaves tripuladas. Este enfoque busca aumentar la capacidad de respuesta en entornos de alta amenaza con costes menores que los de los cazas tradicionales.
Lockheed Martin se suma así a una carrera tecnológica que ya cuenta con proyectos similares de Boeing, Northrop Grumman, General Atomics o Anduril, todos ellos desarrollando aeronaves no tripuladas de nueva generación. La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha impulsado el concepto de CCA dentro de su plan de modernización aérea, con el objetivo de complementar cazas de quinta generación como el F-35 y el futuro NGAD (Next Generation Air Dominance).
Aunque Lockheed no fue seleccionada en las primeras fases del programa CCA estadounidense, Vectis se presenta como una propuesta independiente, desarrollada con fondos propios, y con el potencial de competir en futuras licitaciones tanto nacionales como internacionales. OJ Sánchez, vicepresidente de Skunk Works, ha descrito el proyecto como “la convergencia de las capacidades de la compañía en aviación tripulada, sistemas autónomos e integración avanzada”.
Retos y proyecciones
El calendario estimado sitúa el primer vuelo de prueba hacia 2027, aunque la compañía ya ha iniciado la fabricación de componentes. No obstante, aún se desconocen detalles técnicos esenciales, como la carga útil, el tipo de sensores o los sistemas de armamento que integrará. Los modelos conceptuales muestran compartimentos internos para misiles o equipos de reconocimiento, así como antenas conformales y superficies optimizadas para reducir su detección.
Uno de los principales desafíos será equilibrar coste y supervivencia. Las fuerzas aéreas buscan sistemas asequibles, pero que mantengan un nivel de resistencia elevado en zonas de conflicto. Lockheed sostiene que Vectis ofrecerá “la mayor capacidad de supervivencia dentro de su clase”, sin alcanzar los costes de un caza tripulado.
El dron dependerá de pistas para el despegue y el aterrizaje, sin capacidad de lanzamiento vertical, lo que limita su uso en espacios reducidos, aunque su diseño modular permitirá su mantenimiento y despliegue rápido en entornos operativos.
Otro elemento clave será la interoperabilidad. La arquitectura abierta del sistema pretende facilitar la comunicación y cooperación con otras aeronaves y sistemas de defensa aliados, pero esto exigirá acuerdos sobre estándares técnicos y protocolos de mando y control.
Un nuevo paradigma en el combate aéreo
Con Vectis, Lockheed Martin da un paso decisivo hacia el futuro del combate colaborativo, un modelo en el que la inteligencia artificial y la coordinación entre plataformas redefinen la estrategia aérea. El proyecto encarna la transición hacia una era en la que los drones no son simples herramientas de apoyo, sino compañeros de misión capaces de actuar con autonomía y criterio táctico.
El éxito del programa dependerá de su desarrollo técnico, de su integración con los sistemas ya operativos y de la relación coste-eficacia que pueda ofrecer frente a sus competidores. Si cumple los plazos y prestaciones anunciadas, Vectis podría convertirse en una de las piezas clave de la aviación militar del futuro, marcando el inicio de una nueva generación de fuerzas aéreas híbridas, formadas por humanos y máquinas que operan en perfecta sincronía.





