La inflación en España se sitúa en torno al 2,7% interanual, lo que supone un encarecimiento sostenido de los precios en productos básicos, ocio y transporte. La llamada inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía, ronda el 2,4%, reflejando que las tensiones no son solo coyunturales.
¿Qué significa eso para ti?
- Los alimentos y bebidas no alcohólicas muestran incrementos cercanos al 2,3% anual.
- El ocio y la cultura también han subido, encareciendo el tiempo libre.
- El transporte y la energía continúan presionando el presupuesto familiar.
Efectos prácticos
- El poder adquisitivo cae si los salarios no se actualizan al mismo ritmo que la inflación.
- Los ahorros en cuentas sin apenas rentabilidad pierden valor real.
- Las hipotecas, alquileres y contratos vinculados al IPC pueden encarecerse.
¿Qué se prevé?
Las previsiones apuntan a que la inflación general se mantendrá por encima del 2% durante todo el año, con cierta moderación hacia el final.
¿Qué hacer?
Conviene revisar presupuestos, negociar incrementos salariales o buscar productos financieros que al menos compensen el efecto de la inflación.





