El Museo del Jurásico de Asturias ha anunciado la recuperación de nuevos restos fósiles pertenecientes a un gran dinosaurio saurópodo en los acantilados de Ribadesella. Se trata de un hallazgo de enorme relevancia científica que amplía el conocimiento sobre los gigantes que habitaron la costa asturiana hace más de 150 millones de años. La excavación forma parte de una campaña que podría prolongarse durante varias temporadas, dada la magnitud del ejemplar y las dificultades del terreno.
Los trabajos realizados hasta ahora han permitido recuperar vértebras caudales, un pubis, un isquion, una costilla completa y varios elementos de la cola, junto con un bloque de gran tamaño que contiene la escápula del animal. El traslado de estas piezas ha requerido la colaboración del Servicio de Emergencias del Principado, cuyo helicóptero ha permitido extraer los bloques desde una zona de difícil acceso y transportarlos hasta la playa de Vega para su posterior traslado al museo.
Los investigadores estiman que el dinosaurio podría haber alcanzado una longitud cercana a los veinte metros, lo que lo situaría entre los mayores saurópodos conocidos en el registro fósil de la región. Este grupo de dinosaurios, caracterizado por su largo cuello, su cuerpo robusto y su alimentación herbívora, dominó los paisajes del Jurásico, y su presencia en Asturias confirma la riqueza paleontológica de la llamada Costa Jurásica.
El equipo científico del MUJA, dirigido por José Carlos García-Ramos y Laura Piñuela, trabaja en colaboración con especialistas internacionales como Pablo Puerta, del Museo de Trelew en Argentina, y el paleontólogo Oliver Rauhut. Su objetivo es recuperar y documentar el mayor número posible de piezas, así como estudiar las condiciones del entorno que favorecieron la conservación de los fósiles. La complejidad de la excavación, unida a la fragilidad de los materiales, obliga a proceder con extrema cautela y a planificar las campañas con detalle para evitar cualquier daño en los restos.
El descubrimiento supone un nuevo impulso para la paleontología asturiana y consolida al MUJA como un referente nacional en el estudio del Jurásico. Además, refuerza el valor científico y turístico de la franja litoral conocida como la Costa de los Dinosaurios, uno de los enclaves más singulares de Europa por la abundancia de huellas e icnitas conservadas en sus rocas.
El hallazgo de este gran saurópodo no solo amplía la colección del museo, sino que también abre nuevas vías de investigación sobre la diversidad de especies que poblaron el territorio asturiano en la era mesozoica. En los próximos años, los científicos esperan poder reconstruir con mayor precisión la anatomía y el modo de vida de este coloso del Jurásico, cuyo regreso a la luz, millones de años después, vuelve a situar a Asturias en el mapa mundial de la paleontología.





