tampa bay gasparilla history
Hombres disfrazados de piratas en un barco de Gasparilla en 1921. Excepto por algunos años en que no se celebró, la fiesta inspirada en los bucaneros se ha llevado a cabo en Tampa desde 1904 y, por supuesto, continúa hasta el día de hoy.

El mito del último bucanero

Cuando en Florida alguien pregunta por el último bucanero español la respuesta que suele escucharse es el nombre de José Gaspar, más conocido como Gasparilla. Pese a su fama en Norteamérica, su figura es poco conocida en España. La prensa estadounidense lo describe como el capitán que sembró el terror en el Golfo de México a finales del siglo XVIII, “último gran bucanero que asoló aquellas costas”. Según sabemos, los habitantes de Tampa recuerdan a este pirata como alguien que navegó por el Caribe buscando fortuna y que acumuló cuantiosos botines, secuestró mujeres y asesinó a los varones que osaban hacerle frente.

José Gaspar “Gasparilla

Se trata de una leyenda que habla de un bandido supuestamente nacido cerca de Sevilla y apodado Gasparilla. Se afirma que desembarcó en Florida alrededor de 1783, se convirtió en el hombre más temido del Golfo de México y mantuvo una carrera pirata de casi cuatro décadas. Esta narración, sin embargo, carece de pruebas documentales anteriores al siglo XX, como se reconoce incluso en la Wikipedia, donde se señala que no existe evidencia escrita de su existencia antes de 1900. Para abordar la cuestión de las “hazanas” del último bucanero conviene, por tanto, situar la piratería española en su contexto temporal y geográfico.

El contexto hispano del Caribe y la piratería

Durante los siglos XVII y XVIII, el mar Caribe fue escenario de corsarios, filibusteros y bucaneros. Tras la paz de Utrecht (1713) y la recuperación de la Florida occidental por España, los litorales de la península floridana se convirtieron en rutas de comercio y en áreas vigiladas por la Marina Real. Al mismo tiempo, la descomposición del sistema de flotas facilitó la actuación de piratas que operaban al margen de las coronas europeas. El término “bucanero” se usaba para designar a los cazadores de reses y saqueadores establecidos en islas como La Española y Tortuga. A diferencia del corsario —que actuaba con patente de corso— el bucanero carecía de autorización legal y su vida solía estar ligada a la violencia y al saqueo.

El Golfo de México y la costa occidental de Florida fueron zonas de frontera entre los dominios españoles y los intereses británicos y estadounidenses después. En la segunda mitad del siglo XVIII esta región entró en conflicto por el control de las rutas comerciales. Es en ese escenario cuando la leyenda sitúa a Gasparilla. Se afirma que, tras un pasado conflictivo en España, decidió asaltar barcos de cualquier bandera, incluidos los españoles. La escasa documentación y las variaciones de la historia han dificultado durante décadas la investigación histórica.

La isla de la Tortuga, mapa del siglo XVII
La isla de la Tortuga, mapa del siglo XVII

Dos versiones sobre los orígenes de Gasparilla

Las fuentes literarias ofrecen dos relatos contradictorios sobre la juventud de José Gaspar. Una versión sostiene que Gasparilla era un delincuente juvenil que, tras secuestrar a una joven, fue apresado y, a cambio de no ser encarcelado, aceptó servir en la Armada española. Otra versión, más novelesca, lo describe como un noble cercano a la corte de Carlos III acusado falsamente de robar joyas reales, lo que le obligó a huir de España y abrazar la piratería como forma de venganza. Ambas narraciones coinciden en presentarlo como un hombre que cambió de identidad, adoptó el apodo de Gasparilla y renegó de su patria.

Hay quien añade a la teoría de que Gaspar sirvió en la Armada, que lo hizo a bordo del buque Floridablanca y que, tras ser acusado, tomó ese barco y juró venganza contra su rey. Se señala que patrulló la costa oeste de Florida durante 38 años, saqueando todo barco que se cruzara en su camino y acumulando un tesoro que ocultaba en la isla que hoy lleva su nombre. Estas fuentes insisten en que los hombres capturados eran obligados a unirse a su tripulación o ejecutados, mientras que las mujeres eran llevadas a una isla llamada Captiva para ser concubinas o bien las mantenía retenidas hasta que sus familias pagaban rescate. Estas prácticas atroces, comunes en la piratería de época, ayudan a explicar por qué Gasparilla pasó a la memoria popular como un personaje sanguinario.

King Gasparilla X Carnival, Tampa February 1917.
King Gasparilla X Carnival, Tampa 1917.

Casi cuatro décadas de piratería según la leyenda

Según la tradición, Gasparilla habría llegado al litoral floridano en 1783 a bordo del navío Floriblanca. Estableció su base en un cayo que bautizó con su nombre y desde allí dirigió sus incursiones. La zona —hoy denominada isla Gasparilla— era un punto estratégico en la ruta que unía Nueva España con Cuba y la península ibérica. Las historias le atribuyen abordajes a barcos españoles, británicos y estadounidenses, con un método de terror que consistía en ejecutar a los prisioneros varones o forzarlos a enrolarse en su tripulación.

Entre las acciones más conocidas de la leyenda figura el episodio de la isla Useppa. Según esta historia, Gaspar, había capturado a una princesa —o hija de un virrey novohispano— llamada Useppa; ella se negó a convertirse en su amante, por lo que el pirata la decapitó en un arranque de ira. Arrepentido, llevó su cuerpo a una isla cercana, la enterró y bautizó el lugar con su nombre. Algunos identifican a esta mujer con Josefa de Mayorga, hija del virrey Martín de Mayorga.

El tiempo y la leyenda

La leyenda de Gasparilla se transformó en una fiesta cívica en Tampa a principios del siglo XX. La primera Gasparilla parade se celebró en mayo de 1904 como parte de las fiestas del 1 de mayo: un grupo de hombres de negocios se disfrazó de piratas, cabalgó por las calles y simuló una invasión para animar la jornada.

La festividad no se organizó entre 1907 y 1909 debido a la crisis económica ni entre 1918 y 1919 por la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, pero en 1913 se convirtió en un evento independiente y, salvo estas interrupciones y las derivadas de las guerras mundiales, se ha celebrado casi todos los años desde entonces. Hoy en día el Gasparilla Pirate Festival sigue siendo la gran fiesta de Tampa: está previsto para el 31 de enero de 2026 tras haber congregado a unas 300 000 personas en la edición del 25 de enero de 2025.

Organizado por el exclusivo club Ye Mystic Krewe of Gasparilla, el evento incluye una teatral invasión a bordo del Jose Gasparilla II, un desfile de más de 100 carrozas y bandas de música. Un artículo académico destaca que en la actualidad la participación es “extensive, joyful, and unreserved”, lo que demuestra cómo el mito inventado se ha consolidado como símbolo identitario de la ciudad y atrae cada año a multitud de visitantes y lugareños.

Ojalá en la peli de los Goonies hubieran elegido a nuestro bucanero y no a «Willy el tuerto», porque una fantasía sobre encontrar sus tesoros podría ser muy similar… al menos es lo que se me pasa por mi imaginación cuando recuerdo la historia de Gasparilla.

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